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El vidente iracundo

 

Por Esteban Cueto

El 1 de agosto del 2021 se cumplieron 40 años del fallecimiento de Paddy Chayefsky (1923-1981), el novelista, dramaturgo y guionista estadounidense. Chayefsky fue formado en la época de oro de la televisión (años 40 y 50), escribiendo varios guiones para el medio y para la radio. El largometraje Marty (1953), escrita por Chayefsky, dirigida por Delbert Mann y protagonizada por Ernest Borgnine, fue su éxito más grande durante esa época. Luego de eso, la carrera de Chayefsky fue en ascenso, y fue el guionista detrás de las exitosas películas, entre las que destacan La Americanización de Emily (1964), Hospital (1971) y su última película, Estados Alterados (1980).

Sin embargo, Network (1974), dirigida por Sidney Lumet, es considerada su obra más grande e importante. La película cuenta la historia de Howard Beale (Peter Finch en su último papel cinematográfico y ganador del primer Óscar póstumo en la historia), un presentador de televisión que poco a poco comienza a perder la razón, diciendo cosas como “la vida es una porquería” y amenazando con suicidarse al aire. En lugar de despedirlo, los altos mandos del canal ven el astronómico rating que producen la diatribas de Beale, y deciden darle otro programa,  ya no de noticias, sino de opinión, donde puede fungir como un “profeta moderno denunciando las hipocresías de nuestros tiempos”.

“Network” tiene en realidad un gran número de personajes, y las características emocionales y morales de cada uno se evidencian con la reacción que tienen hacia Howard Beale, quien termina siendo el blanco sobre el cual todos los demás proyectan sus metas, sus victorias y sus debilidades. Está Max Schumacher (William Holden), jefe de la división de noticias del canal, quien es amigo de Howard de hace décadas, y ve cómo está siendo utilizado para promover la agenda de los altos directivos, pero no puede detenerlo ya que éstos son sus superiores. Diana Christensen (Faye Dunaway), jefa de programación, tiene la mira puesta en su siguiente serie exitosa, y piensa que Howard podría ser la oportunidad que necesita para tener un programa que dispare los bajos números de su división. Por su lado, Frank Hackett (Robert Duval), ejecutivo junior del canal, condena las acciones de Beale pero busca explotar su frágil estado mental para complacer a sus superiores, y así poder ser tomado en cuenta para un ascenso en el futuro.

 

“Network” es quizá más famosa porque habla de problemas que ya existían en los años 70, pero que en el 2021 se han vuelto mucho más grandes. Esto no podría ser más evidente que en la escena más famosa de la película. Beale comienza el primer episodio de su programa de opinión con un mensaje realista. “No tengo que decirles que las cosas están mal, todo el mundo sabe que las cosas están mal”, dice el profeta. “Nuestro aire no se puede respirar y nuestra comida no se puede comer. Nos sentamos frente a la televisión para escuchar un presentador decirnos que hoy tuvimos 15 homicidios y 63 crímenes violentos, como si eso fuera lo normal”. En efecto, hoy las noticias son cada vez más gráficas, la comida cada vez más procesada, y el aire cada vez más contaminado. Todo esto ya estaba pasando cuando Chayefsky escribió Network, problemas que crecieron con el tiempo en lugar de solucionarse.

 

 

Chayefsky también logró predecir el discurso que vemos hoy en ciertos movimientos y líderes políticos: la predominancia de los sentimientos por encima de los hechos. En una reunión para decidir el futuro de Howard Beale luego de su primer exabrupto en vivo, Diana Christensen defiende la idea de un nuevo programa para Beale diciendo: “La población estadounidense necesita a alguien que pueda expresar la ira que sienten”. De alguna forma, Chayefsky ya veía venir gente como Donald Trump, quien mantiene la emoción en un primer plano pero deja de lado el respeto hacia la veracidad y los hechos que tiene Beale.  Ahora no se trata de presentar los hechos, sino de cómo se reacciona ante todo lo que está pasando.  Esto resonó mucho con el sector republicano de la población estadounidense, que estaba harta de políticos con lenguajes y discursos convencionales, y que buscaba a un irruptor que pateara el tablero y reflejara el sentir del sector más conservador. La veracidad o respeto hacia una situación o persona pasa a segundo plano o se deja completamente de lado. El sentimiento, hoy en día, está por encima de todo, una máxima que ya conocía Chayefsky.

Esta idea se ve representada en la misma escena, poco tiempo después, cuando Beale, luego de enunciar los problemas del mundo, llama a los televidentes a expresar su ira: “Quiero que te levantes de tu silla, abras la ventana, y grites: ‘¡estoy furioso y ya no lo voy a soportar más!’ “ Esa frase (I’m mad as hell and I’m not gonna take it anymore!), la más famosa de la película, representa, por fin, una expresión de sentimiento dentro de todos los datos y estadísticas que la película arroja. El resto de personajes rara vez expresa sus sentimientos directamente a lo largo de la historia, producto de la manipulación y la sangre fría con la que se desenvuelven la mayoría de ellos. El grito de Howard Beale es, por supuesto, malinterpretado por la mayoría de los ejecutivos del canal. Diana, por ejemplo, no logra comprender el trasfondo de su mensaje (o si lo comprende, no le importa) , y en su lugar se regocija al ver a televidentes a nivel nacional salir a sus ventanas a gritar la famosa frase. Y por supuesto, no importa que se esté atacando al canal, siempre y cuando haya rating. Eso es cierto hasta el día de hoy en series como Los Simpson, que se ha mantenido al aire durante décadas a pesar de atacar y satirizar a Fox, el canal que pasa el programa. No vale ofenderse si es que se va a ganar dinero. Lo vemos también en los famosos roasts, donde celebridades de Hollywood se juntan para celebrar la carrera de un artista, pero que termina siendo una especie de burla hacia el agasajado/a, con insultos que frecuentemente cruzan la línea de lo apropiado, pero que aún así tiene mucha acogida entre el público.

 

 

Paddy Chayefsky predijo correctamente con “Network” otro factor importante: la predominancia del entretenimiento por encima de lo empírico. Luego de ver un video donde miembros de un grupo terrorista de izquierda asaltan un banco, Diana se contacta con ellos y decide darles un programa, porque ve el potencial para crear más contenido de este grupo cometiendo otros crímenes, por más descabellado que parezca, todo con el objetivo de entretener al público en casa. El programa de Beale es un éxito porque pasa de sólo presentar noticias a comenzar a hablar del estado del mundo con una voz particular, fiel al temperamento del personaje. Se incluyen otros elementos, como el de una astróloga, para presentarlo como un programa completo de entretenimiento, más parecido a un talk show que a un programa informativo. El día de hoy, todo debe presentarse de forma rápida y entretenida, para que nuestra atención no se pierda: los noticieros, el magacín e inclusive los deportes son presentados con valores agregados que responden más a la presentación del producto que a alguna mejora del mismo.

Esta es sólo una pequeña parte de la abundancia de temas analizables que tiene “Network”. Hay otros personajes y líneas argumentales que desarrollan más ideas de Chayefsky que hoy en día son totalmente acertadas. Como último ejemplo está el discurso de Arthur Jensen (Ned Beatty), el dueño del canal, quien cita a Beale en su oficina luego de que éste ha impedido un trato lucrativo con unos empresarios árabes al criticar el acuerdo en su programa:

 «Tú eres un viejo que todavía piensa en términos de pueblos y naciones. No hay pueblos, no hay naciones. No existen los rusos ni los árabes. No existe el tercer mundo. No existe el Occidente (…) Sólo existe el vasto, enorme, interrelacionado, interactivo, multi-nacional y multi-variado dominio de los dólares. ¡Petro-dólares, electro-dólares, multi-dólares, marcos, rin, rublos, libras y siclos! Tú apareces en televisión hablando de Estados Unidos y democracia. No existen los Estados Unidos. No existe la democracia. Sólo existe IBM, ITT, At&T y Dupont, Dow, Union Carbide y Exxon. Esas son las naciones en el mundo de hoy».

Paddy Chayefsky fue un guionista que logró capturar los discursos, los sentimientos y las ideas de la sociedad en ese momento, sin saber que el estado de las cosas se mantendría todos estos años después. Y fue a través de la ira, reflejada no sólo en la frase emblemática de la película sino también en su desgarradora escritura, que pudo transmitir ese mensaje. Hoy, a 40 años de su partida, tenemos al vidente iracundo y a su obra más presentes que nunca.

 

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